La ley de Amnistía para la normalización de Catalunya ha estado en vigor durante más de dos meses, y su proceso de aplicación ha sido decayente.
Aunque fue establecido que los expedientes se estudiarían y resolverían en un máximo de dos meses, solo se han revisado alrededor de 200 casos, lo que es una fracción del los 486 iniciales.
Además, la aplicación de la ley se ha otorgado de manera desigual, con la mitad de las aplicaciones concedidas a agentes de la Policía Nacional o la Guardia Civil, mientras que solo 42 fueron para manifestantes y nueve para políticos.
Por otro lado, a tres centenares de los acusados no se les ha proporcionado suficiente información sobre el progreso de sus expedientes judiciales.
El uso de la ley de Amnistía ha sido muy polémico, incluso se ha politizado, y algunos miembros del sistema judicial continúan persiguiendo a ciertos acusados con gran celo.
Conclusión: La aplicación de la ley de Amnistía ha quedado corta en lo que respecta a satisfacer su propósito de normalizar la situación institucional, política y social de Catalunya. Se espera que los funcionarios encargados de su aplicación actúen con mayor determinación y rapidez.