Carles Puigdemont hizo acto de presencia político el jueves sin alterar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
Las acciones de Puigdemont tuvieron consecuencias graves, principalmente para el prestigio de los Mossos d'Esquadra, que tenían la responsabilidad de detenerlo y fallaron.
La capacidad de Puigdemont para escabullirse pone en tela de juicio la eficacia del operativo de la policía y ha generado estupefacción en la población.
Puigdemont, en lugar de cumplir su compromiso de regresar a España para el debate de investidura, ha optado por mantener una postura confrontativa con el Estado y eludir la justicia.
Se ha detenido a tres agentes de los Mossos por su presunta colaboración en la huida de Puigdemont, y no se descartan nuevas detenciones.
Conclusión: Los sucesos con Puigdemont han resultado en una pérdida de credibilidad para los Mossos d'Esquadra y han demostrado la voluntad de Puigdemont de confrontar al Estado y evitar la justicia.