El preacuerdo firmado entre la ejecutiva del ERC y el PSC podría permitir la investidura de Salvador Illa, ganador de las elecciones en Cataluña, como nuevo presidente de la Generalitat.
El pacto promete estabilidad para Cataluña tras años de agitación y efectos negativos sociales y económicos provocados por el procés.
El acuerdo es beneficioso para ambas partes. Los socialistas lograrían la presidencia, y los republicanos avanzarían notablemente hacia el autogobierno catalán.
El acuerdo prevé más soberanía fiscal para Cataluña, así como el fortalecimiento de la lengua catalana y la proyección internacional de Cataluña.
El Partido Popular expresó su indignación por el acuerdo, describiéndolo como un golpe de Estado.
Conclusión: El pacto entre ERC y PSC puede marcar el comienzo de un período de mayor estabilidad en Cataluña, aunque su implementación requiere de esfuerzos sustanciales y la resiliencia a la oposición. Es un paso significante hacia una financiación justa y el autogobierno, que podría también beneficiar a otras comunidades autónomas.