Las elecciones celebradas ayer marcaron un cambio de rumbo en la política catalana, dominada por el procés independentista.
Salvador Illa del PSC, ganó con 42 escaños y con el 27.9% de los votos.
La mayoría independentista no logró la mayoría absoluta.
Un potencial gobierno de PSC, ERC y Comuns con una mayoría absoluta de 68 escaños es probable.
El PP tuvo un aumento significativo en diputados (de 3 a 15), la CUP sufrió perdidas (de 9 a 4) y Ciudadanos ya no tiene escaños.
La política catalana se ha vuelto más serena y el entusiasmo independentista ha disminuido.
Las deficiencias en educación, sanidad y políticas migratorias son áreas claves a abordar por el próximo gobierno.
La financiación autonómica es insuficiente y requiere una corrección urgente.
Conclusión: Cataluña necesita ahora un esfuerzo colectivo para recuperarse de tiempos convulsos y divisivos. Sea cual sea el nuevo gobierno, debe priorizar el interés de todos los catalanes.