Las líderes mundiales esperan la respuesta del Primer Ministro de Israel, Beniamin Netanyahu, al ataque de Irán.
Netanyahu podría elegir entre una respuesta rápida y fuerte, o una respuesta controlada y más oculta.
La presión occidental, liderada por los EE.UU., aboga por contención y evitar una escalada de consecuencias imprevisibles.
El ataque de Irán parece ser más político que militar, realizado para demostrar su determinación a aliados regionales y milicias.
Teherán insiste en que solo atacará de nuevo a Israel si este hace un ataque directo.
Netanyahu ha ganado apoyo interno tras el ataque por el éxito de los sistemas de defensa antiaérea.
A nivel internacional, este ataque puede ayudar a Netanyahu a recuperar el apoyo y solidaridad criticados por su gestión en Gaza.
EE.UU. tiene un papel fundamental, ya que, aunque ha reafirmado su apoyo a Israel, también presiona para la contención.
Conclusión: La respuesta de Netanyahu a Irán es un hito crítico. La situación también proporciona a Netanyahu una oportunidad para recuperar apoyo tanto a nivel local como internacional, mientras que Washington juega un papel equilibrador crucial.