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Editorial: La Vanguardia

  • Para finales de este siglo, la distribución global de la población será muy diferente de la actual, con una disminución significativa en países como India y China.
  • La tasa de fertilidad global se encuentra a menudo por debajo del nivel de reemplazo de 2.1 hijos por mujer, y se prevé que esta tendencia continúe.
  • En 2050, debido a la disminución de la fertilidad, el 76% de los países no tendrán una población suficiente para mantener su tamaño actual.
  • Se prevé que en 2100, más de la mitad de los recién nacidos serán de África subsahariana, con Nigeria en camino de convertirse en uno de los países más poblados.
  • El envejecimiento de la población global influirá social y económicamente, ya que tradicionalmente, una población envejecida ha significado una sociedad menos productiva y mayores gastos, por ejemplo, en salud.
  • Para abordar el descenso de la natalidad, se deben considerar dos soluciones: confiar en la inmigración para el reemplazo poblacional y promover políticas de natalidad que incluyan ayuda a los jóvenes y reformas en el mercado laboral.

Conclusión: Este cambio demográfico global puede tener serias implicaciones económicas, sociales y políticas, y requiere políticas proactivas y efectivas para gestionar estos cambios.