La Comisión Europea ha incrementado su conciencia sobre los problemas de los agricultores gracias a las protestas masivas.
Ha retirado un proyecto de ley para reducir el uso de pesticidas, que habría incrementado los costos y trabajo para los agricultores y reducido la producción.
La Comisión ha atendido otras reclamaciones, como la limitación de importaciones agrícolas de Ucrania, reducción de tierras en barbecho y simplificación de la política agraria común.
La presidenta Ursula von der Leyen prometió proteger la agricultura europea en las negociaciones comerciales con los países de Mercosur.
Los agricultores europeos enfrentan baja rentabilidad, aumento de costos, presión en los precios y competencia de importaciones agrarias de terceros países.
La agricultura europea requiere apoyo global, enfocado en proteger pequeñas y medianas explotaciones.
La lucha contra el cambio climático complica la situación de los agricultores.
Es crucial encontrar un equilibrio entre protección de la agricultura, salud pública y lucha contra el cambio climático.
Conclusión: Es necesario revisar y negociar políticas para lograr una agricultura sostenible y equilibrada, en términos ecológicos y económicos.