Donald Trump no tiene rival en las filias republicanas para la nominación presidencial.
Trump ganó en los caucus de Iowa con el 51,1% de los votos, un triunfo histórico para un candidato republicano.
Ron DeSantis y Nikki Haley no tienen suficiente fuerza y apoyo para desafiar a Trump.
Trump tiene el control absoluto de su partido.
A pesar de estar involucrado en procesos penales, Trump puede ser candidato.
El regreso de Trump a la presidencia preocupa a Europa por posibles tensiones comerciales y la semilla de aislacionismo que pudiera traer.
Conclusión: El dominio y poder de Trump dentro del Partido Republicano es indiscutible, a pesar de los desafíos legales que enfrenta. Su posible regreso al poder trae consigo una serie de preocupaciones, en particular en Europa.