El bombardeo a emplazamientos hutís en Yemen por parte de EE.UU. y Reino Unido agudiza la crisis en Oriente Próximo.
El primer objetivo debería ser detener la guerra de Gaza y evitar una escalada del conflicto.
El tráfico marítimo por el mar Rojo, esencial para el comercio entre Europa y Asia, está amenazado.
La participación de EE.UU. y Reino Unido puede generar una mayor influencia de China y Rusia en la guerra.
La demanda de genocidio presentada por Sudáfrica contra Israel podría influir en la opinión pública aunque no cambie las operaciones militares israelíes.
La decisión de los jueces de La Haya puede complicar la defensa de Israel asumida por Estados Unidos.
Conclusión: La escalada del conflicto en Oriente Próximo se intensifica, amenazando la estabilidad comercial y política.