El carguero Toconao perdió seis contenedores en aguas portuguesas, avisado por las autoridades portuguesas a la Agencia Europea de Seguridad Marítima y a España.
Lo anunció el gobierno español por Whatsapp a las autoridades gallegas, aunque alegan no haber recibido el aviso formalmente hasta enero.
El Gobierno pidió a la Xunta que declarase el nivel 2 de alerta pero no se hizo hasta que se adelantó el Gobierno de Asturias, creando problemas de coordinación.
La situación política, especialmente la convocatoria de elecciones en Galicia, ha entorpecido las acciones y evaluaciones de la situación.
El vertido de plásticos supone un peligro ambiental, pero puede haber sido minimizado por la Xunta de Galicia para enlistar la intervención del Gobierno central.
Conclusión: La gestión de este incidente ha estado marcadamente influida por juegos políticos y cálculos electorales, perjudicando la precisión de la evaluación del daño ambiental y la eficacia de las medidas tomadas.