Se ha llevado a cabo una protesta radical frente a la sede del PSOE en Nochevieja.
Los manifestantes colgaron y apaleaban a un muñeco simbolizando al presidente Pedro Sánchez.
El PSOE ha condenado fuertemente esta acción, llamándola violencia fascista.
El Partido Popular ha sido criticado por su tibia condena de las acciones.
Las concentraciones radicales son cada vez más minoritarias y radicalizadas.
Se observa el uso de doble estándar en el juicio político.
Estas protestas, con niveles altos de violencia, aunque simbólica, contribuyen a la deshumanización del adversario.
Estos actos se enmarcan en el ejercicio de la libertad de expresión, a menos que incluyan incitaciones explícitas a la violencia o discriminación.
Conclusión: Se resalta la importancia de condenar tales actos de violencia, deshumanización y crispación política. Sin embargo, se enfatiza la necesidad de coherencia en las reacciones, evitando el uso de dobles estándares.