Una de cada seis familias españolas en la que trabaja al menos un progenitor vive en la pobreza.
La pobreza laboral en España afecta especialmente a las familias con niños y a las personas con bajo nivel de formación que trabajan a tiempo parcial o como autónomos.
El alza del salario mínimo y las ayudas por la pandemia no han logrado reducir estos índices de pobreza debido a la inflación y al aumento en los precios de la vivienda.
El porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión, especialmente la población infantil, es el más elevado de la Unión Europea.
La creación de empleo no es suficiente si este es precario y no va acompañado de medidas para redistribuir la riqueza.
Conclusión: Es necesario poner en marcha políticas públicas y medidas fiscales para tratar la distribución desigual de ingresos y los altos niveles de pobreza laboral en España, especialmente entre las personas con bajo nivel de formación, las familias con niños y las familias monoparentales.