España es uno de los países que más ha avanzado en protección legal para las personas LGTBIQ+.
Los delitos de odio hacia este colectivo han aumentado, con discriminación, agresiones y acoso en crecimiento.
Según un informe, más de un 42% de las personas LGTBIQ+ fueron víctimas de odio en el último año.
Las agresiones físicas y verbales se duplicaron con respecto al año 2023.
La mayoría de estos ataques ocurren en la calle, seguido de escuelas, lugares de ocio, y en el ámbito familiar y laboral.
Los jóvenes, las personas trans y aquellos con bajos ingresos o menor nivel educativo son más vulnerables.
Muchos delitos no se reportan por desconfianza en el sistema jurídico y policial, o por temor a no ser creídos.
Conclusión: Es vital frenar el odio contra el colectivo LGTBIQ+ para garantizar una sociedad libre y justa, y esta tarea recae especialmente en quienes se encargan de hacer cumplir la ley.