Pedro Sánchez declara que España es un país mejor ahora que en 2018.
Los datos económicos muestran un crecimiento de España que triplica el de la UE y un récord de afiliados a la Seguridad Social.
El problema de la fractura en Cataluña ha sido considerablemente aliviado.
Pese a la economía floreciente, aún se debe trabajar en la reducción de la desigualdad.
La elevada tasa de desempleo y los problemas de productividad son desafíos clave, igual que la carestía de la vivienda.
España ha logrado una estabilidad política que falta en Francia, Alemania y buena parte del mundo occidental.
Se evitó criticar la actuación de los jueces, a pesar de la intensa actividad judicial en su entorno más cercano.
Los socialistas están dispuestos a reunirse con Puigdemont sin estar amnistiado, lo cual puede poner a prueba la estabilidad política.
Conclusión: Si bien España ha realizado progresos significativos en términos económicos y políticos bajo el liderazgo de Sánchez, existen desafíos importantes que todavía se deben abordar, con el fin de garantizar una mayor igualdad y estabilidad en el futuro.