Vox ha hecho de la xenofobia su estrategia política, deteniendo las negociaciones de los Presupuestos de 2025 en seis comunidades donde el PP depende de sus votos.
El rechazo de Vox a cualquier acuerdo que busque aliviar la situación de inmigración ha empeorado la situación, especialmente en el caso de los menores migrantes.
El PP no ha logrado distanciarse de Vox, y en su empeño por derrocar al Gobierno de Pedro Sánchez, obstaculiza cualquier posible mejora para Canarias, donde forman parte del Gobierno.
Los intentos del PP de adoptar una política migratoria más dura se ven frenados por la necesidad de mantener la alianza con Vox.
Conclusión: La política de inmigración se ha estancado, exacerbada por el tacticismo y la lucha por el poder, lo que hace imperativo un consenso y una verdadera política de estado para abordar un problema que requiere humanidad y visión a largo plazo.