La empresa de reparto Glovo planea cambiar su modelo de negocio, apostando por repartidores asalariados en lugar de falsos autónomos.
Este cambio es una victoria de la ley sobre el modelo económico inicial, que dependía de la explotación y el incumplimiento de las regulaciones vigentes.
El cambio de modelo se decide en medio de multas impuestas a Glovo por derechos laborales y desafíos constantes a la 'ley rider', ley que regula la relación entre estas plataformas y sus trabajadores.
A pesar de las amenazas de abandonar el país, la política de cambio también viene influenciada por movimientos legislativos similares en la UE.
La implementación del cambio y si mejora las condiciones de los trabajadores aún son inciertas para los sindicatos.
Conclusión: El cambio de modelo de Glovo señala la posibilidad de un enfoque laboral alternativo y resalta la importancia de que las empresas innovadoras cumplan con las regulaciones laborales.