Donald Trump ha nombrado a Keith Kellogg como enviado especial para Ucrania y Rusia con el objetivo de terminar la guerra.
Kellogg, al apresurar las negociaciones, ha incentivado a Putin a subir sus condiciones de negociación.
Rusia mantiene una postura ofensiva y ha intensificado la presión en Ucrania con la ayuda de Norcorea.
Putin ha emitido una amenaza nuclear y envía una advertencia a los aliados europeos.
Zelenski está dispuesto a ceder territorios ocupados por Rusia a cambio de que Ucrania sea admitida en la OTAN.
La política exterior de Trump puede no resultar en un apoyo sólido de la OTAN para Ucrania.
El peor escenario sería que Ucrania se viera obligada a ceder territorio sin obtener ayuda de Washington, similar a lo que ocurrió en Checoslovaquia en 1938.
Conclusión: La situación actual plantea serias preocupaciones sobre el futuro de Ucrania y Europa, y requiere una respuesta sólida y unitaria de los aliados europeos y la OTAN.