El expresidente Jair Bolsonaro y otros 36 individuos han sido formalmente acusados, marcando un hito en la lucha por la rendición de cuentas en Brasil.
Bolsonaro está acusado de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado y pertenencia a una organización criminal.
Por primera vez en la historia de Brasil, se investiga a miembros de las Fuerzas Armadas por su participación en un intento de golpe de Estado.
Es notorio que 25 de los 37 acusados sean militares en activo o en la reserva.
La acusación se describen como sólida después de dos años de investigación, y ahora corresponde a la Fiscalía decidir si proceder.
Este caso es relevante ya que la democracia más poblada de América Latina estuvo al borde del abismo, amenazada por una conspiración para impedir que prevaleciera la voluntad popular.
Conclusión: Este evento supone un examen trascendental para las instituciones brasileñas de su capacidad para manejar tales casos, y la credibilidad de la democracia en la región depende de su eficacia y transparencia.