La ley internacional debe ser igual para todos y cualquier violación de los derechos humanos merece justicia.
El Tribunal Penal Internacional ordenó la detención del primer ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, y ex ministro de Defensa Yoav Gallant, acusándolos de crímenes de guerra y contra la humanidad.
El Tribunal Penal Internacional también ha acusado a otros líderes mundiales, mostrando que nadie está por encima de la ley.
Los países firmantes a los tratados de la corte tienen la obligación de respetar dichas órdenes de arresto.
La actitud del Tribunal Penal Internacional es de intervenir en casos de injusticia flagrante cuando no hay otros tribunales que lo hagan.
Conclusión: Es crucial que todos los países, independientemente de su poder o influencia, se rijan por las leyes internacionales y se responsabilicen de sus acciones para preservar la justicia y proteger los derechos humanos.