El Gobierno de Benjamín Netanyahu propuso prohibir las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, lo cual fue aprobado por una amplia mayoría en el Parlamento israelí.
La población palestina está sufriendo dificultades crecientes, incluyendo restricciones en suministros esenciales de alimentos, agua y asistencia médica.
Sin la UNRWA, es incierto quién asumirá la responsabilidad de las escuelas, los centros sanitarios y la distribución de medicamentos y alimentos necesarios para la población.
A pesar de las acusaciones de Netanyahu contra la UNRWA de apoyar a Hamás, nunca se presentaron pruebas y la ONU intentó garantizar su neutralidad.
Netanyahu ha expresado hostilidad creciente hacia las Naciones Unidas, con acusaciones de antisemitismo y la prohibición de la UNRWA que es vital para el sustento de la vida civil en Palestina.
Conclusión: La ilegalización de la UNRWA supone un significativo retroceso en los derechos civiles de los palestinos, contraviniendo la Carta de Naciones Unidas y mostrando un comportamiento impropios de un Gobierno civilizado.