Las elecciones legislativas en Georgia son cruciales para el futuro del país y también más allá de sus fronteras.
La formación en el poder, Sueño Georgiano, ha llevado el país a una deriva autoritaria filorrusa.
La coalición opositora y la presidenta del país cuestionan la legitimidad del proceso electoral.
El informe de la misión de observación señala irregularidades en la fase electoral.
Viktor Orbán, presidente de turno del Consejo Europeo, apoya a Sueño Georgiano.
Es necesario una revisión completa e independiente del proceso electoral.
Una repetición de las elecciones debe ser contemplada si no se aclara la legitimidad.
Es importante contrarrestar la influencia de Orbán y defender la posibilidad de arraigo de la democracia.
Conclusión: Georgia se enfrenta a una crisis política y está en juego la democracia y la integración del país en la UE, en vista de las irregularidades electorales apuntadas y la influencia externa.