La legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro está en crisis tras las elecciones que supuestamente ganó.
El Centro Carter validó los votos de la oposición que dieron la victoria a Edmundo González Urrutia.
Maduro se niega a hacer públicas las actas electorales y utiliza situaciones internacionales para desviar la atención.
La represión gubernamental hacia la oposición se ha incrementado y hay un elevado número de detenciones.
Maduro planea mantener su poder a pesar de la falta de reconocimiento internacional.
Ante presiones, el chavismo ha convocado al diálogo, pero su única solución sería mostrar las actas y someterlas a revisión independiente.
Conclusión: La gestión de Maduro cada vez es más cuestionada, tanto nacional como internacionalmente, debido a la falta de transparencia y la creciente represión. Maduro se enfrenta a un creciente aislamiento y descontento, con la única solución viable de ofrecer transparencia.