La socialdemocracia alemana (SPD) logró resistir el ascenso de la Alianza para Alemania (AfD) a duras penas en las elecciones al parlamento de Brandeburgo.
A pesar de las predicciones de victoria de la ultraderecha, el SPD mantiene su primacía con un 30,9% gracias a los esfuerzos de Dietmar Woidke.
A consecuencia de esta competencia, la participación electoral creció en más de 10 puntos respecto a 2019.
La AfD y BSW, un partido de reciente creación, acaparan casi el 43% de los votos, superando el 40% que usualmente corresponde a los partidos tradicionales.
Los democristianos de la CDU caen hasta el 12,1%, un aparente castigo a su líder, Friedrich Merz, seguido de la desaparición del parlamento de los verdes y los liberales.
En las regiones de la antigua Alemania del Este, la extrema derecha ha obtenido excelentes resultados, impulsada por campañas antiinmigrantes.
Conclusión: Los resultados de las elecciones alemanas indican un ascenso de la extrema derecha, lo que complica el panorama político. Por otro lado, la coalición del semáforo logra un respiro temporal con la victoria del SPD, aunque lleva la seria advertencia para las próximas elecciones generales.