En tres meses, la preocupación sobre la inmigración se ha disparado entre los españoles.
El incremento se debe más a la politización del tema que a un aumento real en la inmigración.
El Partido Popular ha tomado una estrategia política de conflicto en torno a la inmigración.
Existe una percepción distorsionada de la realidad de la inmigración, vinculándola con inseguridad y otros problemas sociales.
La mayoría de los inmigrantes contribuyen positivamente a la economía y sociedad españolas.
El discurso negativo sobre la inmigración puede tener consecuencias reales y perjudiciales para los migrantes y la sociedad.
Conclusión: Es necesario gestionar de manera efectiva la inmigración, y reorientar el debate político hacia un enfoque en derechos humanos, calidad y dotación de servicios públicos, y redistribución de riqueza.