Los suicidios en España disminuyeron un 6,5% en 2023 respecto al año anterior, marcando la primera disminución en cinco años.
El suicidio es un problema de salud pública y muchas de estas muertes son prevenibles con la adecuada intervención.
Por cada suicidio consumado hay 20 tentativas, y cada muerte afecta directamente a una media de seis personas.
El silencio sobre el suicidio ha impedido la toma de consciencia sobre el problema y la aplicación de medidas preventivas eficaces.
Los servicios de salud mental actuales no son suficientes para dar una respuesta eficaz a los crecientes trastornos como la ansiedad y la depresión.
Más de la mitad de las personas que se suicidaron en 2023 tomaban ansiolíticos. España es el país donde más psicofármacos se consumen.
Conclusión: Es crucial abordar con urgencia el problema del suicidio a través de un refuerzo de los servicios de salud mental, la sensibilización social, la prevención del uso indebido de ansiolíticos y la apertura de un diálogo público sobre esta cuestión.