El Banco Central Europeo (BCE) ha reducido los tipos de referencia en 0,25 puntos, pasando del 3,75% al 3,5%.
El BCE prevé un repunte temporal de la inflación general para finales de año, pero la inflación subyacente, impulsada por los precios de los servicios, seguirá siendo resistente.
Las decisiones del BCE también serán influenciadas por las acciones de la Reserva Federal.
El BCE ha mostrado cautela debido a errores anteriores al analizar la inflación provocada por problemas de la cadena de suministros y la crisis energética.
La economía europea está debilitada por problemas en Alemania y caídas en el consumo privado y la inversión.
Christine Lagarde apoya las reformas propuestas por Mario Draghi para movilizar con deuda común unos 800.000 millones de euros anuales en inversión.
Conclusión: Las decisiones del BCE muestran una cautela que podría llevar a ignorar la debilidad de la economía europea. Las reformas propuestas son esenciales para revitalizar e impulsar la competitividad de Europa.