España inicia el curso político sin elecciones generales a la vista y con un horizonte económico despejado.
El socialista Salvador Illa asumió la presidencia de la Generalitat, poniendo fin a casi 15 años de gobiernos soberanistas en Cataluña.
El Gobierno se enfrentará a la fragmentación parlamentaria y la inestabilidad de algunos de sus apoyos, especialmente Junts y ERC.
Está prevista una posible prórroga de los Presupuestos ante la dificultad de forjar mayorías.
El Gobierno necesita gestionar el llamado financiamiento singular para Cataluña, un debate que debería extenderse a todas las comunidades autónomas.
Es urgente encontrar soluciones para la presión migratoria, particularmente en Canarias y Ceuta.
Conclusión: El Gobierno español se enfrenta a desafíos en varios frentes mientras busca mantener el equilibrio político, gestionar el presupuesto nacional y responder a la presión migratoria.