Elon Musk, dueño de la red social X (antes Twitter), celebró un mitin de Donald Trump en su plataforma.
Musk ha transformado la red social en menos de dos años en una extensión de sus posiciones ideológicas, lo que parece estar inclinado a la ultraderecha global.
Aunque Twitter nunca ha sido un espacio de diálogo, ha sido una herramienta revolucionaria para la diseminación de la información.
Musk es un defensor absoluto de la libertad de expresión y ha revertido las prohibiciones a personajes que promovieron el extremismo y la violencia.
Musk ha estado involucrado en la campaña republicana y ha realizado una contribución económica significativa.
La Comisión Europea ha alertado a X varias veces de que estas actividades violan la Ley de Servicios Digitales.
La situación pone en cuestión la sabiduría de haber puesto el papel de la plaza pública en una empresa privada ubicada en los EE.UU.
Conclusión: Es vital que el público esté al tanto de que la red social tiene una agenda política propia, donde los extremistas son bienvenidos y se trivializa la posibilidad de un enfrentamiento civil.