El primer Gobierno en solitario del PSC en Cataluña supone una nueva etapa con proyecciones de unión.
La dependencia parlamentaria de ERC podría condicionar las acciones del nuevo presidente Salvador Illa.
Existe incertidumbre sobre un posible cambio en el sistema de financiación para otorgar a Cataluña un control total de sus impuestos.
Barones socialistas se oponen rotundamente a dicha propuesta, citando un posible rompimiento del actual sistema de solidaridad.
Los efectos de la situación política en Cataluña podrían influir en los siete diputados de Junts y el partido Sumar.
El PP tendrá que adaptar su discurso de oposición a un Gobierno no independentista.
Conclusión: Los cambios políticos en Cataluña provocan incertidumbre con respecto a las finanzas y a la cohesión del Estado, y requieren adaptaciones de las estrategias de oposición.