Salvador Illa, ha sido elegido presidente de la Generalitat de Catalunya, rompiendo más de una década de división política.
Illa presentó un estilo personal conciliador y moderado, contrario a las tendencias polarizadoras actuales.
Se identifica con la tercera gran transformación del autogobierno, defendiendo una Cataluña como nación dentro de una España plurinacional.
A pesar de las diferencias entre las fuerzas políticas votantes, Illa asume la presidencia con intención de diálogo inclusive con aquellas fuerzas que se oponen a él.
Illa rechaza cualquier diálogo con los grupos extremistas representados en el Parlamento catalán, Vox y Aliança Catalana.
Las tácticas de Puigdemont para volver al escenario político fracasaron, eclipsado por la investidura de Illa.
Pese al desorden causado por Puigdemont, la ceremonia de investidura de Illa se llevó a cabo con normalidad.
Conclusión: A lo largo de una jornada turbulenta, Salvador Illa asumió la presidencia de Catalunya, marcando un hito importante en la política catalana y española. Habiendo atravesado una década de secesionismo, la transición a una administración no secesionista supone un cambio significativo y esperanzador para el futuro político de Cataluña.