La mayor tormenta solar en 20 años se produjo en mayo, desplazando 5.000 satélites y causando una inutilización temporal de los sistemas de seguridad de las órbitas bajas de la Tierra.
Las tormentas solares intensifican el 'viento solar', un flujo de protones y electrones que resulta en auroras boreales y un calentamiento de las capas atmosféricas lo que lleva a los satélites a perder altitud.
Actualmente hay alrededor de 10.000 satélites activos, un aumento significativo desde los 850 satélite activos en 2003.
Los sistemas de vigilancia actuales no están preparados para una migración a gran escala de satélites hacia la Tierra.
Los satélites de Starlink de Elon Musk poseen sistemas automáticos que, ante situaciones de pérdida de altitud, pueden causar movimientos inesperados en los satélites.
Conclusión: Aunque la situación no es alarmante, sí requiere una revisión de las regulaciones actuales sobre el tráfico orbital. Las agencias espaciales y las empresas del sector necesitan considerar medidas proactivas, como sistemas a prueba de tormentas solares, para prevenir colisiones en el futuro.