Joe Biden ha renunciado a competir en las próximas elecciones presidenciales de EE. UU. y ha respaldado a Kamala Harris.
Harris ha ganado un amplio apoyo dentro del Partido Demócrata, incluyendo los Clinton, gobernadores y legisladores, y recientemente Nancy Pelosi.
Es fundamental que el Partido Demócrata permanezca unido para tener la oportunidad de derrotar a Trump en noviembre.
Harris, con su experiencia como vicepresidenta y acceso a los fondos de la campaña de Biden, es una opción razonable.
Existe un valor simbólico en la posible presidencia de una mujer progresista, negra y con raíces asiáticas.
El sucesor de Biden debe continuar su legado de defensa de las clases medias y trabajadoras, compromiso con Ucrania y Europa, y defensa de los derechos de las mujeres.
Conclusión: Dada la amenaza de una segunda presidencia de Trump, es fundamental una máxima unidad del Partido Demócrata, ya sea con Harris u otro candidato.