El Reino Unido afronta elecciones para terminar con 14 años de gobiernos conservadores.
La economía británica sufre de fuertes desequilibrios como la desigualdad, falta de inversión pública y privada, sueldos bajos y estancados, menor competitividad y un sistema de salud y educación en declive.
La división social, política y territorial es evidente, principalmente a raíz del referéndum sobre la independencia de Escocia y el Brexit.
Los sucesivos primeros ministros han sido criticados por la forma en que manejaron el Brexit.
Keir Starmer, el líder del Partido Laborista, tiene la oportunidad de tomar las riendas del país si las encuestas son precisas.
Conclusión: El Reino Unido necesita potencialmente una gran reforma económica, política y social, con el fin de superar los retos que han caracterizado los años de gobiernos conservadores.