Las elecciones europeas proporcionan una radiografía de la implantación de los partidos y las tendencias de su electorado.
El PSOE se mantuvo firme frente a una fuerte ofensiva de la derecha, confirmando su posición como la principal excepción de la socialdemocracia europea.
Las disparidades regionales muestran un panorama preocupante para el PSOE, en particular en Madrid y Andalucía, donde el PP domina en las elecciones.
También se nota la dependencia del PSOE de los votos catalanes y vascos para contrarrestar el avance del PP.
El PSOE aún necesita mejorar su fortalecimiento territorialmente, y los resultados de las elecciones evidencian esta necesidad.
La estrategia del PSOE puede ser efectiva en algunas regiones como Cataluña y el País Vasco, pero resulta contraproducente en otras partes de España.
Conclusión: Es crucial que el PSOE desarrolle una visión y un proyecto que sean válidos y atractivos para todas las autonomías de España, en lugar de depender de un éxito regionalizado.