España será el primer país de la Unión Europea en unirse a la demanda de Sudáfrica contra Israel por presunto incumplimiento de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Esta acción se suma al reconocimiento del Estado palestino, posicionando a España como líder en la diplomacia continental.
A pesar de los intentos de Estados Unidos, Egipto y Qatar por imponer una tregua, España toma esta medida para presionar a Israel a que cumpla con los mandatos del derecho internacional.
El objetivo principal no es probar el supuesto genocidio, sino implementar medidas cautelares para prevenirlo.
Se exige a Israel que detenga los bombardeos indiscriminados, asegure el suministro a la población y termine con la hambruna en Gaza.
Conclusión: Aunque la decisión pueda tener consecuencias, España responde de manera pacífica y diplomática, demostrando que no es España, sino Israel, quien se está aislando cada vez más en la diplomacia mundial.