España registró en 2023 su segundo año más cálido desde 1961, solo superado por 2022.
Es la primera vez que ninguno de los doce meses ha sido frío.
El aumento de las temperaturas será una tendencia constante globalmente a menos que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y se cambie el modelo económico basado en combustibles fósiles.
España y sus ciudadanos deben prepararse para olas de calor cada vez más intensas y otras consecuencias climáticas.
La mortalidad relacionada con el calor ha crecido casi un 30% en Europa en las últimas dos décadas.
Las elecciones europeas son fundamentales, y la Comisión que resulte debería priorizar la reducción de las emisiones.
Conclusión: Fomentar la transición verde no es una cuestión ideológica sino de supervivencia y requiere la participación de todos.