UE y la OTAN reconocen a los bulos como factor potente de manipulación e interferencia, necesitando medidas contundentes para frenar sus efectos.
Se ha desatado una investigación a Meta por posiblemente no hacer suficientes esfuerzos para controlar contenido político en sus plataformas.
Cuestionan la decisión de silenciar determinadas voces sin conocimiento de los usuarios.
Facebook es un importante agente de conversación digital y potencial manipulación.
La Ley de Servicios Digitales obliga a empresas como Facebook a establecer sistemas de control para reducir riesgos de injerencia electoral.
Se ha descubierto una red de influencia del Kremlin que incluye pagos a eurodiputados de extrema derecha.
La República Checa cerró una plataforma de apariencia informativa que difundía noticias falsas.
Conclusión: Las autoridades y los ciudadanos deben estar alerta ante posibles interferencias y manipulaciones en los períodos previos a las elecciones.