España está desaprovechando el talento de los inmigrantes, con el 54% de los extranjeros universitarios trabajando en empleos para los que están sobrecalificados.
España es el tercer país europeo con más inmigrantes sobrecualificados, una brecha que ha persistido por una década.
La extranjera con un nivel de educación superior enfrenta mayores tasas de desempleo, menores ingresos y una subrepresentación en sectores de alto valor agregado.
Uno de los principales obstáculos es la complejidad de la homologación de títulos universitarios. Aunque se han acelerado los procesos, la gestión necesita ser rediseñada.
La inmigración es vital para el crecimiento económico, como demuestra el 18,8% del total de trabajadores en España que son extranjeros.
Conclusión: El subempleo de talento inmigrante constituye una pérdida para España tanto en términos de crecimiento económico como de desarrollo social. Debería haber una mayor reflexión y acción para eliminar los obstáculos que contribuyen a este despilfarro de talento.