El Parlamento Europeo aprobó el Pacto de Asilo y Migración para regular la llegada de inmigrantes irregulares a escala europea.
El pacto ha costado casi una década de debate y tres años de negociaciones.
El acuerdo endurece Europa como lugar de refugio debido a las normas comunes acordadas.
El pacto puede ser visto como un mal menor en lugar de un avance significativo.
Existe un principio automático de solidaridad en la acogida de inmigrantes, pero permite a los países optar por pagar una multa en lugar de acoger a los inmigrantes.
El pacto reduce las posibilidades de asilo y endurece las condiciones para obtenerlo.
El nuevo trato no resuelve los problemas subyacentes que causan la migración y no contribuye a la prevención de la muerte de inmigrantes en el Mediterráneo.
Conclusión: El pacto podría causar efectos secundarios no deseados al no resolver los problemas subyacentes de la migración, y podría llevar a más sufrimiento y rutas de migración más peligrosas.