Se han producido tres actos racistas en los estadios españoles de fútbol recientemente, un problema que persiste a pesar de la legislación existente.
Los incidentes de abuso racista en el fútbol español no son casos aislados, sino que forman parte de una tendencia de larga data.
El marco legal existente contra el racismo en los estadios de fútbol no ha sido suficiente para erradicar el problema.
Los actos de racismo se producen tanto adentro como fuera de los estadios y afectan tanto a los jugadores como a sus familias.
Los clubes tienen la responsabilidad de prevenir racismo en sus instalaciones y de tomar una posición más activa para detener este tipo de delitos.
Conclusión: A pesar de los avances notables en la eliminación de la violencia en los estadios, el racismo persiste como una lacra intolerable que requiere un endurecimiento de sanciones y una mayor responsabilidad por parte de los clubes de fútbol.