La economía española muestra una fortaleza impresionante a pesar de la discordia política, superando incluso las predicciones más pesimistas en un contexto europeo en general de estancamiento.
El final de 2023 vio un crecimiento del PIB del 2.5%, lo que hace que el objetivo del 2% para este año parezca alcanzable.
El consumo de los hogares y el gasto público son factores clave que explican este crecimiento.
El sector servicios, incluidos los turísticos, se ha recuperado bien, marcando un crecimiento del 25%.
Hay dificultades, sin embargo, con la inversión acumulada que muestra dos trimestres de caídas notables debido a la incertidumbre política.
A pesar de no haber alcanzado los niveles de inversión previos a la pandemia, todavía hay motivos de esperanza para el futuro de la economía española.
Conclusión: El entorno político puede ser inestable, pero la economía española tiene un rendimiento robusto, superando las expectativas en medio de la estancamiento general europeo. Sin embargo, las cuestiones de inversión y el mantenimiento del gasto público deben abordarse para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.