La negativa de Junts a apoyar la ley de amnistía generó más tensiones y devolvió el texto a la Comisión de Justicia del Congreso para una posible reforma.
Junts justificó su conducta basándose en una serie de cuestiones judiciales recientes y la percepción de un intento de excluir a Carles Puigdemont de la amnistía.
Los demás partidos que respaldan al Gobierno mantienen su apoyo a la ley, destacándose la postura de ERC que celebra la cobertura de más de 400 acusados.
La negociación de la amnistía continúa siendo esencial para la legislatura y la aprobación de medidas anticrisis.
Cualquier cambio a la ley debe cumplir con la constitucionalidad y el Derecho de la UE.
Junts buscó personalizar la ley, lo cual es ilegal y quiebra el principio de igualdad.
La legislatura continuará siendo un delicado equilibrio, con la cuestión de la confianza del Gobierno en Junts.
La oposición ha recurrido al exagerado alarmismo político, sin embargo, hay otras necesidades sociales urgentes que tratar.
Conclusión: Aunque la ley de amnistía es fundamental para el gobierno, no es suficiente para satisfacer todas las necesidades de la sociedad, que tiene preocupaciones legítimas adicionales.