El Consejo de Ministros aprueba el disparo del techo de gasto para 2026 en un 8,5%, alcanzando más de 212.000 millones de euros, indicando una intencionalidad electoral por parte del ejecutivo.
Se da la aprobación de una senda de déficit que fue rechazada por Junts, y un techo de gasto récord.
La vicepresidenta María Jesús Montero retrasa la presentación de los presupuestos hasta el primer trimestre de 2026.
Montero busca una solución inviable para la financiación autonómica, aplazando la propuesta de un nuevo sistema hasta el próximo año e impulsando sanciones fiscales a Madrid.
El nuevo modelo de financiación autonómica se negociará de manera multilateral y bilateral, lo que implica privilegios para Cataluña.
Conclusión: El Gobierno, con su falta de estabilidad política y presupuestaria, actualmente no está en condiciones de afrontar una reforma de la financiación autonómica, especialmente si esto implica comprometer la igualdad.