Los jóvenes encuentran cada vez más dificultades para acceder al mercado laboral con salarios adecuados.
La crisis de la vivienda, la inflación y los bajos salarios agravan la situación.
El salario medio de los jóvenes de 16 a 24 años se redujo en 2024 un 1%, mientras que el salario general aumentó un 5%.
Los jóvenes están accediendo en mayor proporción a empleos a tiempo parcial con menores salarios.
La inflación y el alto coste de productos y servicios esenciales afecta mayormente a los de renta más baja.
Las intervenciones en los precios del alquiler han restringido la oferta en vez de ampliarla.
La desconfianza de los jóvenes hacia las instituciones tiene causas reales, en buena parte de orden económico.
Conclusión: La solución a estos problemas requerirá políticas realistas a largo plazo, centradas en impulsar la productividad y la calidad del empleo, además de aumentar la oferta de vivienda y facilitar su acceso a quienes más lo necesitan.