El periódico condemna la agresión grupal contra un periodista del El Español por parte de independentistas radicales.
El violento incidentess en Pamplona representa un salto cualitativo de gravedad en el comportamiento de los colectivos juveniles de la izquierda abertzale.
Estos hechos se equiparan a un ataque a la libertad de información, un pilar fundamental en cualquier democracia.
La violencia estuvo dirigida contra la presencia del activista de derecha radical Vito Quiles en la Universidad de Navarra.
El enfrentamiento entre 300 jóvenes encapuchados y la Policía Nacional es muy preocupante.
Las tácticas utilizadas son comparables con las de la antigua kale borroka, indicando una radicalización creciente.
Se critica la inacción de las instituciones y la inmoralidad de las posiciones equidistantes que sólo agravan el problema.
Conclusión: El editorial sugiere que este tipo de violencia representa un regreso a tiempos oscuros y violentos y exhorta a las instituciones a tomar acciones frente a esta grave situación.