La crisis de vivienda hace cada vez más difícil para los jóvenes acceder a la educación universitaria.
Muchos estudiantes no pueden permitirse un alojamiento asequible, lo que a veces les obliga a buscar alternativas a las universidades de su preferencia.
El costo de alquiler de una habitación ha aumentado en un 20% desde 2019 en general en España.
Los precios han incrementado aún más en ciudades como San Sebastián y Barcelona, lo que obliga a muchos estudiantes a compaginar los estudios con uno o varios trabajos.
En España, el 60% de los estudiantes se trasladan a otras provincias para estudiar en la universidad, y el aumento de los precios de alquiler se ha convertido en un obstáculo importante.
Conclusión: El encarecimiento de la vivienda está dificultando el acceso a la educación universitaria, afecta sobre todo a las clases humildes y complica el ascenso social necesario. Un mercado inmobiliario cada vez más caro y una ley gubernamental insuficiente agravan la situación.