Vladimir Putin ha transformado a Rusia en una potencia imperialista y amenaza para Europa.
Putin ha llevado a cabo una misión ultranacionalista fallida en Ucrania, causando pérdidas económicas y humanas.
El poder de Putin se basa en servicios secretos, cuya credibilidad ha sido manchada por errores graves.
Putin espera negociar una paz en Ucrania que consolide sus victorias territoriales.
La supervivencia del régimen de Putin depende del coste de la paz en Ucrania.
Putin ha debilitado la resistencia interna, sofocado a la prensa y manipulado las instituciones.
Los esfuerzos militares en Ucrania han debilitado a Putin, poniendo a Rusia en una situación vulnerabilísima.
A pesar de la crisis, Putin ha logrado evadir el aislamiento con el apoyo de China, Irán y Corea del Norte.
Conclusión: Putin, una vez un líder fuerte, se encuentra en un estado de debilidad sin precedentes, fruto de sus decisiones estratégicas mal calculadas y de sus políticas represivas a nivel interno. La evolución de la situación en Ucrania marcará su futuro político.