Elon Musk está en camino de convertirse en uno de los hombres más poderosos del mundo a través de un gobierno empresarial inédito.
Musk encarna una revolución que combina visión, arrojo y avances tecnológicos, pero muestra un desprecio preocupante por las instituciones democráticas.
El fundador y CEO de Tesla y Space X tendrá un poder en la Casa Blanca sin precedentes gracias a su alianza con Donald Trump.
La fortuna de Musk se ha disparado desde la victoria electoral de Trump, y se espera que aumente aún más gracias a los beneficios regulatorios.
Musk va más allá del típico oligarca multimillonario, llegando a regular Twitter a su antojo y tener influencia en eventos políticos internacionales.
Conclusión: Esta mezcla de poder empresarial y político tiene el potencial de reescribir las reglas del juego económico y político, llevando consigo tanto potencialmente grandes avances como riesgos para la democracia.