El Institut Català de la Salut niega una plaza fija a 212 sanitarios por no acreditar suficiente nivel de catalán.
Se publica por error una lista en la que los aspirantes habían superado la oposición.
UGT, sindicato que avisó del error, es considerado como cooperativo a las políticas nacionalistas.
Existencia de una imposición del catalán para ser funcionario, independientemente de la experiencia.
El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) se alinea con los nacionalistas para rechazar una moción del Partido Popular (PP) sobre el conocimiento del catalán.
Se acusa a una estrategia segregacionista, que amenaza con privar a Cataluña de profesionales cualificados.
Conclusión: Estas políticas de imposición lingüística son potencialmente perjudiciales para Cataluña, amenazando su provisión de servicios públicos y forzando la salida de profesionales cualificados.