La pobreza infantil en España se considera una emergencia social y pone a España en la última fila de Europa.
Un 34,5% de los menores en España están en riesgo de exclusión social, una cifra que supera en 10 puntos el promedio Europeo.
El coste medio mensual de la crianza se ha incrementado un 13% respecto al año 2022, aumentando un 70% las posibilidades de estar bajo el umbral de la pobreza para quien tienen menores a su cargo.
La pobreza infantil tiene un impacto negativo considerable en términos de salud, rendimiento educativo y oportunidades de trabajo.
La solución implica implementar políticas públicas, con un enfoque global, que van desde la educación hasta el sistema fiscal, así como medidas de apoyo a las familias.
Conclusión: Es necesario y urgente implementar estrategias integrales que aborden los muchos factores que contribuyen a la pobreza infantil para reducir su prevalencia en España.